Una vez más me encuentro ahí, donde a mi me gusta, en la primera fila, y me dejo envolver por un clima que si no estás ahí, para que os voy a engañar, nunca llegaríais a comprender.
No hace ni un año que me sentaba delante de mi ordenador para intentar explicar lo que sucedió en el Ochoymedio la última vez que Viva Suecia se subía a ese escenario a presentarnos “Otros Principios Fundamentales”. Otra vez ellos, con sus canciones lentas, con sus canciones rápidas, con su magia, con su brillo y con su sinceridad sobre el escenario, nos volvió a hacer cantar, bailar, sentir, soñar, reír, llorar y sobretodo disfrutar.
Si en aquella presentación os hablaba de un grupo emergente, este año ha dado para mucho, ha dado para llenar los escenarios de los principales festivales de nuestro país, ha dado para recorrerse el país varias veces de punta a punta, ha dado para enamorar a propios y extraños, y ha dado para pasar de “grupo emergente” a ser uno de los grupos más reclamados y con mayor crecimiento del panorama alternativo.
Bueno, vuelvo a lo que corresponde hoy. Era una atípica noche de octubre, porque el frío no fue visto por ningún lado, más bien hablaría de un emocionante calor formado por las 1.200 personas aproximadamente que abarrotaron la Sala Ochoymedio de Madrid, junto a los cuatro magníficos artistas que había subidos al escenario.
La noche fue abierta por el grupo recientemente unido a Subertfuge Records, Texxcoco. A partir de ahí, ochoymedio comenzó a cobrar vida en forma de canciones que se te clavaban como disparos directos al corazón. Lo que tiene Viva Suecia con sus canciones, es que te cuentan historias de tu día a día, te cantan realidades, y te hacen identificarte con cada palabra, con cada frase, con cada canción.
“Hasta ahora” fue la encargada en ésta ocasión para dar comienzo al bolazo que presenciamos. En el setlist no faltaba ninguna de las canciones que hemos gritado y cantado todos durante todo el verano en los festivales, con “El Nudo y la esperanza” como primer momento de hacernos saltar a todos los presentes.



Lo destacable de la noche fue ver esa fusión de emociones, que provocaba desde el jolgorio máximo con canciones como “Piedad”, “Bien por ti” o “Permiso o Perdón” entre otras, a las caras de emoción, las lágrimas en los ojos y la admiración perfectamente representados en los rostros de los presentes, en momentos como “Acabaremos muriendo en ello”, “A donde ir” o “Nunca estamos solos”.
Hubo mucho más y evidentemente no faltaron las dos nuevas canciones que aparecen en la reedicion de “Otros Principios Fundamentales”. Os preguntaréis si los asistentes cantaron “Casi Todo”, una de las nuevas canciones, y os diré que creo que toda la sala se sabía ya la canción con apena una semana de vida.
Otra cosa es hablar de “Ahora tu”, esa canción dedicada a la hija del bajista del grupo, Jess. Digo que es otra cosa porque pude observar a más gente emocionada que cantando, que fue mágico, y que sobre el propio escenario, se pudo observar a un Jess al que le fue más que difícil aguantar esa emoción. Es bonito, muy bonito ver tanta emoción junta, tanto sentimiento, cosas de la música, que puede realmente provocar que miles de corazones se unan en una canción.



El final de la noche, ya os lo sabéis todos, un Rafa en estado puro bajando a la palestra a cantar “Hemos ganado tiempo” entre el público cerrando otra de esas noches que quedarán para la historia de la música alternativa.
Me faltan elogios para hablar de Viva Suecia, cada concierto, cada disco, cada canción que hacen se siguen superando. No sabemos donde está el techo de éste grupo, pero parece que siguen ascendiendo a una velocidad vertiginosa.
Lo seguiré diciendo, tenemos un grupazo. Viva la música, Viva Suecia.