En los últimos años, el talento joven ha dominado la industria de la música con artistas que han conseguido triunfar con sus proyectos debuts. Las nuevas generaciones logran conectar con el público al adentrarse en nuevas problemáticas y temas diversos cargados de sentimiento y verdad. Este fue el caso de Valeria Castro y su espectáculo mágico en el concierto matinal de este domingo en el Teatro Circo Price de Madrid.
Acompañada por primera vez de una banda completa para presentar chiquita, su primer EP, la palmera emocionó en este concierto encuadrado dentro del festival Inverfest. Con los primeros acordes de la desgarradora “culpa”, a los asistentes ya se les erizó la piel. La fragilidad y delicadeza de la voz de Valeria se realzó por todo el teatro en temas como “ay amor”, “cuídate” o “cómo te voy a olvidar”.
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La artista no se olvidó de alguna de sus versiones más famosas, aquellas con las que ha conquistado a fans e incluso compañeros del mundo de la música. Es así como brilló en sus covers de “Amelie” de Pereza, “Agua” de Jarabe de Palo o “Todo cambia” de Mercedes Sosa. También sorprendió al invitar al escenario a artistas como Nacho Taboada de Colectivo Panamera para interpretar a dúo “La despedida”, a Alba Reche en una emotiva versión del bolero “Algo contigo” y a su hermana Paulina Castro para compartir juntas “Peces de Ciudad” de Sabina.
Como ya adelantó en sus redes sociales, quería que este concierto fuese muy especial y único. Y lo consiguió totalmente al tocar en directo por primera vez alguno de los temas inéditos que lleva componiendo en estos meses. Es así como descubrimos cómo suenan “perdón, no me había dado cuenta” o “poquito”. Sobre “la raíz”, la propia artista confesó que era la primera canción que escribía para ella misma como si fuese una catarsis profunda. Además compartió los primeros versos de una canción sobre el pueblo donde creció y que tanto ha sufrido en 2021: La Palma. Valeria puso de pie a todos los asistentes con frases tan dolorosas y a la vez tan preciosas como “hay tantos valientes con sus propias heridas” o “hay tantas razones para no olvidar la tierra que me vio nacer”.
No había mejor manera de cerrar el concierto que con dos canciones tan significativas: “guerrera”, el himno en honor a todas esas mujeres valientes y “la corriente”, con la que el público aplaudió mientras dejaba la pena atrás. Valeria Castro mostró en apenas una hora y media toda la sensibilidad y talento que tenía guardado. Por suerte, podremos disfrutar de ella por mucho tiempo a partir de ahora.