Sold out. Los catalanes Sidonie se han enfrentado hace pocos días a un fiel público madrileño en dos ocasiones: 15 y 16 de diciembre en la Sala But (Ochoymedio Club si os gusta más), con el cartel de todo vendido desde hace semanas (de hecho abrieron segunda fecha ante la gran acogida de la primera). venían a deleitarnos con su nuevo elepé “El Peor Grupo del Mundo”. Nosotros tuvimos la suerte de estar en el primer asalto y esto fue lo que pasó…
Os queremos
Con la sala abarrotada desde la apertura de puertas, Marc Ros, Axel Pi, y Jes Senra apoyados por los recién incorporados Edu Martínez (teclados) y Víctor Valiente (anteriormente guitarra de Mi Capitán, banda barcelonesa fkrmada por algunos miembros de Love of Lesbian, Egon Soda y Standstill), se hicieron de rogar unos cuantos minutos. Pero nada mas abrirse la puerta lateral del escenario sonando Loser de Beck de fondo, ya nos tenían a todos en el bolsillo. El peor grupo del mundo estaba preparado. Su aire canalla, cervezas en mano, es la firma de la casa y la fiesta está asegurada desde el segundo cero. Las ganas de pasarlo bien son mutuas y la conexión con el público es inmediata. Los ingredientes estaban en la coctelera y la sed venía de largo. El primer trago podía entenderse como un agradecimiento al cariño que Madrid le tiene al grupo. Os queremos (EPGDM, 2016), gritaba Marc. Con este comienzo, si había algún rezagado que aun no les había perdonado el retraso, ya no cabía duda. A ellos se les disculpa todo. Sin parar de movernos, nos llevaron hasta el cielo con Nuestro baile del viernes (Costa Azul, 2007), toda una oda a la música, al baile y a sus indiscutibles efectos sanadores. Tras no parar de bailar y siguiendo el viaje por los temas de sus anteriores trabajos, nos subieron a la furgoneta hasta la Costa Azul, rememorando los amores de verano, el calor del sol…
Y es que con Sidonie las evocaciones son contínuas. El periplo sigue hasta Canadá. Sidonie se paseo por media España con el anterior trabajo: “Sierra y Canadá”(2014), ganando nuevos seguidores tras varios años de silencio y estando presente en gran número de festivales. La gira de “Sierra y Canadá” les condujo a la creación del álbum que hoy presentan en la capital. Álbum que bien puede celebrar sus veinte años sobre los escenarios. El trío puede presumir de experiencia y de calidad sobre las tablas, a pesar de que hace unos años la continuidad del grupo estuviera en entredicho tras una duras críticas posteriores a un concierto en Barcelona. Lejos de ser así, siguen en pie y llenando hasta la bandera salas tan reconocidas como Ochoymedio. Su humor y su modo provocador de hacer y sentir la música les ha llevado a titular su nuevo trabajo como ya sabemos, El Peor Grupo del Mundo, tal y como les catalogaron en aquella malograda crítica. Esa línea de cero complejos, entre otras cualidades, les ha conducido a su posición privilegiada dentro del panorama musical español. A este nuevo álbum pertenece Siglo XX un tema que elegantemente ironiza sobre el mundo actual mirando al siglo pasado con nostalgia. Marc, micrófono en mano, parecía iba a saltar hacia nosotros…pero, no, para eso quedaba un rato aún…
Fascinado (Fascinado, 2005) Describir el estado de ánimo con el título del tema con el que nos deleitaron después es un recurso facilón, pero esta panda nos deja fascinados minuto a minuto y mantiene nuestra libido musical arriba y subiendo.
Entre la crema y lo peor
El primer tercio del concierto había ya cumplido las expectativas de los que allí nos encontrábamos. Quien acude a la llamada de Sidonie espera, además de música, show, espera provocación, descaro… y así estaba siendo. Yo soy la crema (Sierra y Canadá, 2014) es la muestra de todo esto. Marc se nos ofrecía, literalmente, en cuerpo y alma, con ese espíritu de cuarentón pícaro que aún va a dar mucha guerra. Sin darnos un tiempo a recuperarnos de ese ataque de ego colectivo llegaba otro tema nuevo, Atragantarnos un canto al amor y sus riesgos en clave Sidonie.
A continuación Marc se quedo solo en el escenario. Guitarra, un sitar electrónico y una vela ambientaron una tierna Los coches aun no vuelan. Momento íntimo al que le siguió otro de los himnos románticos (por no decir el más) de la banda de Barcelona, Por ti (El Incendio, 2010).
Como punto álgido se puede remarcar No sé dibujar un perro. La que suscribe reconoce que tenía cierta intriga en ver qué iban a organizar con esta canción, pues ya en la presentación hace unos meses hicieron una pequeña performance. En esta ocasión llevaron cartulinas con la letra escrita para que nadie se perdiera ni una palabra. La letra, desde luego, no tiene desperdicio: “puedo contar con los dedos las personas que me han dicho te quiero”. Bravos.
Con el optimismo por las nubes se atrevieron con El peor grupo del mundo que da nombre al discazo (sí, discazo, en aumentativo), en un claro homenaje a la música como arte, como forma de vida, como expresión, como vínculo.
“Queremos dedicaros cada acorde, cada redoble y cada palabra de todas las canciones que tocaremos”
Con estas palabras se expresaron unos días antes de llegar a Madrid. El agradecimiento en los momentos en los que nos encontrábamos del recital ya era mutuo. Sidonie fue creciendo a medida que los minutos pasaban y los temas se sucedían. Era un disfrute recíproco, donde todos éramos protagonistas, no solo ellos. La última parte del concierto estaba llegando pero la sinergia entre las partes, público y artista, era tan tangible que todos parecíamos un único elemento. Un elemento de celebración de la vida, de estar en ese lugar y en ese instante. En medio del delirio de emociones sonó En mi garganta (El Incendio, 2010). Y en sintonía con el espíritu que se había creado, Marc, como maestro de ceremonias, se dirigió al entregado publico para preguntar: “Si se acabara el mundo en dos días, ¿qué os gustaría hacer?”. Las respuestas eran tan obvias como comunes y en ese debate existencial nos cayó Fundido a negro (EPGDM, 2016).
Lo siguiente nos condujo directos hacia El bosque, el único tema del álbum El Fluido García (2011). Un homenaje a sus flirteos con la psicodelia que no se les da nada mal. A los más guitarreros se nos ponían los vellos de punta durante ese diálogo de cuerdas acabado en estallido vocal y musical. Las pulsaciones tuvieron una tregua durante Un día mas en la vida (Sierra y Canadá, 2014).
El viaje iba llegando a su fin. Carreteras Infinitas es un homenaje a los compañeros de profesión, de generación, de escenarios y backstages. En definitiva, es un aplauso al panorama musical español. Fue el primer single que conocimos y uno de los temas más esperados de la noche. Como viene siendo habitual, quisieron recordar a Supersubmarina y lanzarles un nuevo abrazo de fuerza y ánimo. Del mismo modo que lo hacemos nosotros desde estas líneas.
Salieron del escenario, pero sabíamos que volverían. Nos faltaba la pólvora final. Regresaron ataviados y conjuntados con camisetas personalizadas de “los peores del mundo”. Y consiguieron que el auditorio al completo se dejara la voz con Un día de mierda (Sierra y Canadá, 2014), mientras Marc se paseaba a hombros entre el público, besos a los entregados fans incluídos. Tras el baño de masas, ardimos de amor con El Incendio (El Incendio 2010) para terminar echando el resto con el himno indiscutible Estáis aquí (Sierra y Canadá, 2014). La sala se caía bajo el confeti.
Ya en nuestra web la crónica de @sidonie_ del pasado viernes en el @ochoymedioclub ¡Esto es el Incendio! ??? ? @ireinthesky
A modo de cierre queda decir que asistir a un concierto de Sidonie es un baño de energía absoluto. Además, los directos tienen un carácter salvaje y espontáneo que en los discos tan solo puede intuirse. Sorprenden con las incontables influencias estilísticas y su forma de hacer pop. Son seductores, canallas y a la vez entrañables que se entregan en cada nota y en cada gesto, es indudable que disfrutan con lo que hacen. Es una muestra de que sin parafernalia, sin grandes efectos puede hacerse buena música de la que llevan participando 20 años. Marc, Axel, Jes, ¡GRACIAS POR SER EL PEOR GRUPO DEL MUNDO!