Rozalén encandila a un Cambrils muy entregado

Rozalén en Cambrils
Fotografía: Festival de Cambrils

Presentando su último trabajo discográfico, ‘Cuando el río suena…‘, por España, Latinoamérica e incluso Londres, Dublín y Edimburgo; Rozalén se encuentra inmersa en su gira más exitosa hasta la fecha. Anoche actuó por primera en el Festival Internacional de Música de Cambrils – en su 45º edición – y encandiló a un público muy entregado a ella y su música.

Pasadas las diez de la noche de este 2 de agosto, los focos azules y el humo cubrían el escenario, empieza a sonar una voz en off mientras los músicos aparecen sobre él y Beatriz Romero – la intérprete que siempre acompaña a Rozalén – signa los versos de ese ‘No te salves’ de Mario Benedetti.

Entre historias y golpes de energía

Tras las primeras notas, llegaba María Rozalén con ‘Será mejor‘, arrancando la noche de la mejor forma posible. ‘El hijo de la abuela‘ traía la primera historia, la de Miguel. Entonces se dirigía a los asistentes, explicó que esta semana estaban actuando en Cataluña y cómo se sentía ante su primera vez en Cambrils.

Invitando al público a reflexionar, emocionarse y disfrutar, dio paso a la filosofía de ‘Vivir‘ y ‘Ahora‘, que transmitieron buenrollismo, mucha vida y provocaron los primeros bailes de la noche. ‘Para los dos‘ fue sinónimo de verdad y sinceridad. Tras ella, Rozalén confesaba haber dejado ya atrás los nervios por esta noche.

A continuación, compartió una reflexión propia, “hay que hablar de lo que duele“, para explicar que se sentía orgullosa, ahora que se acerca el final de la gira, de las historias que había contado sobre su familia. A continuación, introducía la segunda historia, la de su tío abuelo ‘Justo‘.

La cosa iba de menos a más en cuanto a alegría. Presentó ‘Las hadas existen‘ hablando de amigas y compañeras que hacen cosas enormes. Acabó la canción con una propuesta para el público: que todo el mundo se levante, para imitar el mítico “follow the leader“.

Tras animar tanto al público, llegó la anécdota de ‘Antes de verte‘. Nos llevó hasta Argentina, hablando de sueños, su timidez y las copas de más. La improvisación de uno de los músicos emulando a King Africa provocó un ataque de risa en todos los allí presentes, Rozalén incluida. Con ‘Amor prohibido‘ llegó la tercera historia, la de amor de sus padres y se mostró muy orgullosa de sus orígenes y el amor que ha visto en casa. También agradeció a Felipe Benítez Reyes la composición de la canción.

“Cuando contamos las cosas, las normalizamos, nos damos cuenta que todos vivimos cosas muy parecidas y somos capaces hasta de reírnos de nosotros mismos. Que si tenéis cosas que os duelen, no las guardéis en ningún cajón, que ahí solo se pudren y enferman.” Tras este consejo, sentenció “¡que viva el amor, claro que sí!”.

Vuelta a los clásicos

Rozalén rescató dos grandes clásicos, ‘La llorona‘ de Chavela Vargas y ‘La belleza‘ de Luis Eduardo Aute. A raíz de ambas, el público explotó en un aluvión de aplausos y ella concluyó que “es curioso cómo canciones de otras épocas siguen siendo tan actuales“.

La albaceteña abandonó el escenario y regresó la alegría con ‘Me arrepiento‘ al compás de un pasodoble. Ella invitó a su público y algunos valientes se animaron a seguir sus bailes. Terminó mostrando su talento como las grandes copleras. Los siguientes temas revolucionaron el recinto, fueron ‘Tu nombre‘ y ‘Asuntos pendientes‘ – canción que comparte con Abel Pintos -.

Rozalén y Beatriz Romero en Cambrils
Fotografía: Festival de Cambrils

La Rozalén más reivindicativa

La María más reivindicativa llegó con ‘Somos‘ y ‘Bajar del mundo‘ y provocó una gran respuesta por parte del público. Encarando ya la recta final del concierto, llegó el turno de algunos de los grandes éxitos de Rozalén. ‘Vuelves‘ fue una de las actuaciones más emotivas de la noche, junto al coro improvisado de sus seguidores.

Rozalén pidió ayuda a su público para cantar ‘Comiéndote a besos‘, convirtiéndose en uno de los momentos más especiales de cada concierto. Confesó, muy agradecida, que estaba acostumbrada a tocar ante poca gente y que era muy bonito todo lo que le está ocurriendo. ‘80 veces‘ también fue uno de los temas más aclamados. Entonces agradeció a todo el equipo, delante y detrás del escenario.

En la vida hay que bailar

La artista pedía que “la vida nos quiera bien” al ritmo de ‘Saltan chispas‘, después llegaba la despedida y el público empezaba a jalear pidiendo otra más. Luces verdes y al compás de unas palmas, recibían al ‘Dragón rojo‘.

“La lucha de las mujeres, la lucha feminista, es la revolución más de amor de la historia. Que nos acordemos de las mujeres que nos permiten, por ejemplo, a nosotras subir, cantar con libertad en un escenario; y por supuesto, que nos acordemos de aquellas que no pudieron pintar ninguna puerta.” Así presentó ‘La puerta violeta” y junto a ‘Girasoles‘ cerraban la noche por todo lo alto.

Era el momento de presentación de la banda: Álvaro Gandul, Goyo García, Samuel Vidal, Ismael Guijarro, Tete Moragón y Beatriz Romero. Tras ello, se despidió: “Muchas gracias, moltes gràcies; cuídense, cuiden de quien tengan cerca; con todos vosotros, amb tots vosaltes, Rozalén“.

Respect‘ fue el último tema, mientras la banda signaba acompañando a Bea, Rozalén invitó a todos a bailar. “En la vida solo hay dos opciones: o bailamos o no bailamos. Y en Cambrils, ¿bailamos?“. Así, llegaba a su fin una noche llena de magia, emoción y energía a raudales.

Melómana y periodista en proceso. Siempre me ha gustado escribir, ahora es una necesidad y, si es sobre música, mejor.

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