Noche mágica con Mäbu en Sevilla
La noche del viernes pudimos disfrutar de uno de los conciertos más emotivos en lo que va de año. Mäbu nos traía su Décimo a Sevilla, una de las afortunadas ciudades elegidas para su mini gira de presentación.
Pasadas las 22:30 de la noche, Txarlie Solano subía solo al escenario para interpretar la maravilla instrumental que es Detrás de las luces, tema que abre su álbum homónimo. Este tema daría paso al escenario a María, que colocándose su guitarra un poco ladeada (por su avanzado embarazo) se une a las cuerdas de Txarlie y siguen en el orden del disco con Caimán. Prácticamente sin pausa enlazan Cara triste e Invisible, tras las cuales María saluda al público y habla de su embarazo: «Soy un huevo kinder», ríe. Confiesa estar muy sensible y emotiva por las hormonas y nos avisa de que no nos asustemos si la vemos llorar en algún momento de la noche.
Llegamos a uno de los momentos más emocionantes de la noche con el tema homenaje a Cecilia,
Un ramito de violetas, con el que María anima a los asistentes a cantar con ella. Lo cierto es que su dulce y peculiar voz, unida a su sentida interpretación del tema, consiguió crear una atmósfera mágica en la que la comunión con el público era total.
Con la incorporación de Mikel Ferrer a la batería, ya están listos para empezar con Décimo, y qué mejor que empezar por el principio: comenzamos con Los viajes con Sam. Entre Quédate a dormir, Buenos días y Fantasmas, también nos regalan una preciosa interpretación de Porque te vas de Jeanette.
Las colaboraciones no se hacen esperar y María hace subir a Chio Abad, de Borneo y a Allende, para cantar junto a ellos Paralelo y Los Amantes, respectivamente.
María nos anuncia que llegamos al final y que no habrá bises, así que solo nos queda la resignación y la emoción de que aún los tendremos delante un poco más. De negro y amarillo, Nunca, y Con mi voz son las elegidas para poner el broche de oro.
Acabamos bailando y cantando con ellos a pleno pulmón, dando por terminada una noche llena de emoción, de respeto por parte del público como en pocas ocasiones y la ilusión de volver a verles pronto.
Mientras tanto: «Salud, actitud y Buenaventura».