Natalia Lacunza estrena el primer single de su nuevo álbum: Cuestión de suerte. Este año la hemos visto colaborar con artistas tal y como María Blaya o Trashi, y realizar canciones para series como El Internado. Sin embargo, hacía tiempo que Natalia Lacunza no presentaba un single como artista solista.
Un año y medio ha pasado desde el lanzamiento de su último proyecto, ep2, en el que dejaba ver un lado más profundo y personal al de su primer EP, otras alas. Con este single, Natalia muestra la dirección a la que quiere llegar en su próximo disco. En su newsletter explica que es un tema “con una producción actual y unos arreglos bastante clásicos”. Aunque Natalia ya introdujo Cuestión de suerte en el repertorio de su última gira, la versión de estudio muestra así un lado distinto de la versión acústica que presentó en algunos conciertos.
La letra de este tema evoca una sensación idílica provocada por un amor intenso, pero con un claro final. Al inicio, la protagonista se dirige a su amante para demostrar lo mucho que siente por ella: “Contigo todo es diferente; ese dolor se marcha de repente”. Aunque ese amor de luna de miel parece que puede durar para siempre, la historia termina amargamente para una de ellas. Natalia intercala el pasado y el presente de su historia de amor. Así como idealiza lo que tuvo con esa persona, también cuenta el sufrimiento que le provoca el no poder estar con ella: “A veces siento que me moriré; me gustaría hacer todo otra vez, volver a encontrarte en alguna parte…”
El vídeo aporta una perspectiva más clara a esta agridulce historia. Con una estética ochentera y llena de referencias a la importancia de la música en la vida de la protagonista, en el vídeo aparecen las distintas etapas vitales en las que se desarrolla la relación. Es necesario verlo hasta el final para comprender que, como dice Natalia, ese amor solo es cuestión de suerte.