La primera noche de diciembre nos traía algo especial, un regalo temprano para las fechas que se nos vienen encima, Morgan tocaba en la Sala X. Sala que acabó llenándose poco a poco, haciendo que el comienzo del concierto se retrasase algunos minutos.
Nos empezamos a poner nerviosos cuando aparecen, por fin, sobre el escenario, ubicados casi simétricamente: Ekain al centro con su batería, a un ala Paco y David con guitarra y teclado, y a la otra Alejandro y Nina con bajo y piano. Todo listo para arrancar la presentación de North, y para empezar, una muy sentida Cold.
Nina presenta a la banda y se comunica con el público entre canciones de una manera muy cercana e íntima, tanto que nos confiesa que en realidad, todo lo que dice “son gilipolleces” y que no tenemos por qué aplaudirle cuando habla. Su sincera charla arranca las risas de la sala, y por supuesto, otro aplauso.
Después de Attempting, Roar o Weather, es el turno de Praying, para la cual nos pide ayuda en los coros del estribillo, avisándonos de que no nos dejásemos la tercera vuelta, de la que todo el mundo se olvida. La sala se viene arriba, y ella, junto al resto de la banda siguen tocando entre sonrisas cómplices al ver el nivel de entrega del público.
Llega la primera sorpresa de la noche, nos regalan Sargento de hierro, un tema nuevo en castellano que estará incluido en el su siguiente álbum. Nina empieza a tocarlo sola con su piano y tras varias estrofas, la banda la acompaña. Precioso.
Seguimos en castellano y disfrutamos del momento álgido que es ver y sentir a Nina tocando sola la que es el bonus track de North, Volver. Aunque ella anima a que el público la acompañe cantando, porque dice que no le gusta hacerlo sola, la sala enmudece y solo se escuchan voces tenues al final, antes de romper el preciado silencio con una larga ovación y, en mi caso, con la piel de gallina y los ojos vidriosos. Uno de los momentos más emotivos de la noche.
Nos acercamos lentamente al final con Home, en la que al terminar, Nina agradece el momento mágico que acababan de vivir y lo hila perfectamente presentando el siguiente y “último tema”: Thank you.
Es el momento del bis. Se marchan, pero casi no nos hacen esperar y vuelven con una versión de una canción que “querrían que fuese suya” y no es otra que la maravillosa The Night They Drove Old Dixie Down, de The Band.
Viendo que nos acercábamos al final, algunos de los asistentes piden una canción: El librero, con la que conocieron a la banda y tantos buenos recuerdos les trae. Ellos sonríen y les hacen caso, el tema ya estaba seleccionado para el repertorio de la noche.
Para despedirse, Marry You, cantado acompañado solo por la guitarra de Paco, que parece cantar con Nina.
Esperamos que cumplan su promesa y vuelvan tan pronto que no nos de tiempo a echarlos de menos, aunque después de esta noche, cómo no hacerlo.
