Tras actuar en festivales como el Mad Cool de Madrid e ir de gira por toda España, los hermanos Tormo, o lo que es lo mismo, Los Zigarros, pasaron por Cádiz. Llegaron, cantaron y se marcharon dejando al público del último No Sin Música con la agradable sensación de haber vivido una experiencia musical inolvidable. Les esperamos para otra ocasión.
A todo que sí fue el disco que publicasteis en 2016, ¿qué balance hacéis al respecto? ¿Cómo os habéis sentido con él?
Álvaro: Estamos encantados, todo ha ido muy bien. Como no teníamos expectativas, todo lo que nos hemos ido encontrando han sido sorpresas.
Habéis presentado este trabajo por salas de todo el país, estáis presentes en muchos de los festivales de esta temporada… ¿cómo veis al público?
Ovidi: Va de p.m. todo. No pensamos mucho en las cosas, pero nos va muy bien. Tocamos mucho, a la gente le gusta, y quizás por eso tocamos tanto, porque si no la gente no te contrata.
Álvaro: También se ve en el público que cada vez se entrega más. Ves que los bolos van cada vez mejor. Ya hemos hecho un año de gira; este es el segundo, es más de festivales, aunque a final de año haremos algunos conciertos por salas. Y estamos muy contentos porque el público está respondiendo con mucho power (risas).
Por lo que comentáis, ahora mismo no pensáis en parar para meteros en el estudio a grabar el próximo disco…
Ovidi: Bueno, estamos haciendo canciones para el siguiente, que lo grabaremos en cuanto lo tengamos todo listo. Debe ser así, porque este lo publicamos en abril; el año que viene cumple los 2 años, y habrá que grabar pronto. A final de año, más o menos, nos meteremos en el estudio.
Habéis actuado por primera vez en el No Sin Música, aunque en Cádiz ya lo habéis hecho en otra ocasión, ¿qué tal ha sido la experiencia en este festival?
Álvaro: El festival mola mogollón. Además, tenemos ahí fuera un barco de p.m. (atracado en el muelle). La otra vez que vinimos a Cádiz lo hicimos a un sitio horrible, muy pequeñito. No nos gustó nada, no por la ciudad, sino por el sitio en el que tocamos. Además, era tipo discoteca, no había equipo de sonido, muy garrulo…
Ovidi: Y después volvimos a lo de Iggy Pop, y fue increíble.
Álvaro: Sí, sí. No tiene nada que ver con la ciudad, es simplemente que a veces no sabes elegir los sitios, o vas por primera vez a una ciudad y no sabes dónde ir. Y ese día salió mal. Pero la gente del sur sois de p.m., tenéis mucho power.
Os podemos seguir en las redes sociales, donde estáis muy activos, ¿qué importancia tiene para vosotros como medio de promoción?
Ovidi: A mí no me gusta. Pero creo que tiene su parte buena, que es llegar a la gente, anuncias un concierto, y todo el mundo se entera de la movida… Pero sólo me gusta la parte informativa, el resto no me gusta nada.
Esta pregunta os la habrán hecho en muchas ocasiones, ¿cómo es trabajar juntos siendo hermanos?
Ovidi: Fatal (risas).
Álvaro: Nos odiamos a tope (risas). Lo que pasa que lo disimulamos muy bien.
Ovidi: Tenemos la suerte de que pensamos en la misma dirección, coincidimos en casi todo, pero ahí está la cosa, en sacar lo bueno de las dos partes. Aunque realmente coincidimos en casi todo, es fácil, no es un infierno.
Álvaro: Nosotros lo hemos dicho muchas veces. Vivimos de la música, y muchas mañanas cuando me levanto, todavía no me lo creo que lo esté haciendo. Los dos tratamos de coger lo positivo, porque ¿para qué quedarte con lo negativo? Mejor vida de la que tenemos, no la quiero, es esta.
Ovidi: Discutir es estúpido, teniendo la suerte que tenemos. Lo que hay que hacer son canciones y punto.
Álvaro: Y disfrutar, porque al fin y al cabo esto es un regalo. Lo puede hacer muy poca gente. Hay gente que tiene sus bandas y por lo que sea no llegan. Y nosotros que tenemos la suerte de que a la gente le gustamos y va todo guay, pues tenemos que disfrutarlo y dejar el lado negativo fuera. ¡Si son dos días!
Si no es indiscreción, ¿a partir de qué momento pudisteis empezar a vivir de la música?
Álvaro: Hará dos años.
Ovidi: En cuanto montamos la banda.
Álvaro: Creo que un poco antes del primer disco. A vivir me refiero a que dábamos clases de guitarra o hacíamos otro tipo de bolos… pero antes de Los Zigarros.
Ovidi: Antes de Los Zigarros dejamos los trabajos que teníamos, ya tocábamos en bandas de versiones, y llegamos a la conclusión de que sólo había una forma de hacerlo, y era haciéndolo. Entonces dejamos todo lo que no tenía que ver con la música, y empezamos a dar clases, a tocar en los bares… Pero todo el mundo lo puede hacer, lo que pasa que tienes que hacerlo.
Álvaro: En cualquier ámbito, si te gusta la fotografía… Pues tendrás que hacer muchas fotos, y tener tiempo para ir a los sitios, porque aunque vayas a un bolo a la semana, no puedes tener trabajo. Nosotros siempre decimos a la gente que se tire a la piscina, que haga lo que realmente quiera durante un tiempo. Lo haces dos años, y no te sale, a lo mejor no es lo tuyo (risas).
Ovidi: La suerte hay que buscarla, te la curras. Te puede venir la suerte de que Tarque, que es nuestro colega, y al principio con Los Perros del Boogie, hace 7 años, nos apoyó y cantó con nosotros. Pero que cante contigo una persona no te hace vivir de la música. Te da un empujoncito, pero no es un milagro. Tienes que hacer canciones y currar, currar, currar y tocar en todos lados, y al final pasan las cosas.
Álvaro: Nosotros en la primera gira de Los Zigarros hicimos muchos bolos en hoteles, pero no fue como después de sacar el primer disco…
Ovidi: …además, llevábamos muchos años haciéndolo con las bandas de versiones. El músico es músico, y toca un día aquí y mañana en un bar, y pasado en otro bar…
Álvaro: Y te coges una furgoneta barata, comes sándwiches de mortadela, y te vuelves a tu casa cuando termina el concierto.
A principios de julio os pudimos ver actuando en el Mad Cool, ¿cómo fue la experiencia de tocar en un festival de ese nivel y con ese cartel?
Ovidi: Fue una especie de milagro, porque nos llovió en la prueba de sonido, y de eso al concierto había 10 minutos. Estaba lloviendo, entrando agua en los pedales, y fue empezar a tocar y salir el sol. Fue brutal.
Álvaro: Había mogollón de gente, claro, estaban todos los fans de Green Day en primera fila (risas).
Ovidi: Pero parecían los nuestros.
Álvaro: Sí, parecían los nuestros. Al final fue un súper bolo. Se nos fastidió un poco la cosa, porque fue el día que pasó lo del artista… Fue todo un poco medio raro. Además nos cambiaron de día, de hora y de escenario. Nos preguntaron si queríamos abrir para Green Day y Rancid, y dijimos que claro, que por supuesto. Para mí es de los mejores festivales que he visto en mi vida, es una pasada.