No era una noche cualquiera, ni un lugar cualquiera, era la Sala Riviera, y ya desde los aledaños de la sala solo olía a una cosa… la gran fiesta que estaba apunto de empezar. Era un comienzo muy especial, pues era el comienzo de un final, el final de gira de La Gran Pegatina. Esa Gran Pegatina que juntaron hace poco más de cinco meses a un grupo de maravillosos músicos para hacer algo especial, y vamos si lo consiguieron.
Pasaban poco más de las nueve de la noche cuando se empezaba a escuchar la particular intro que daba comienzo al concierto. Uno por uno con los primeros golpes de batería iban apareciendo todos los miembros que forman La Gran Pegatina, seguidos del ya habitual grito de guerra de la canción “Gat Rumberu” que sonará varias veces durante la fiesta. Si, hay que llamarlo así, hay quienes quieren llamar a todo este show simplemente concierto, pero es obviamente mucho más que eso, es un gran show, es una gran fiesta.
Como ya avisaron, la “playlist” del concierto sería exactamente el mismo del recién estrenado DVD del concierto del Arenal Sound de este verano, y con una de las más reconocidas canciones del grupo, “Muérdeme”, empezaba definitivamente la gente a bailar y saltar, en un ambiente inmejorable lleno de alegría y felicidad.
Sería ya un no parar durante más de dos horas, donde en ningún momento el ánimo decayó, más bien todo lo contrario, la gente a cada minuto estaba más entregada y disfrutando más y más de éste fin de gira. Tras una sucesión de las primeras canciones, llego el primer tramo de máximo apoteosis del concierto, con “La Celestina”, “Non è facile” y uno de los grandes gritos de guerra del grupo y nunca mejor dicho, con toda la Riviera gritando ese “Heridas de Guerra”, y prácticamente a continuación, tras “La ciudad de los gatos negros”, llegó ese “Vamos a por ti” que descontroló definitivamente a todos los presentes.
El calor de la Sala no fue un impedimento para que todo el mundo saltase, gritase, bailase y cantase durante absolutamente todo el concierto. Tras varias canciones de no parar, “Amantes de lo ajeno” sirvió de respiro para tanto salto y tanto baile, pero las gargantas seguían al máximo para cantar esta preciosa canción. Esa supuesta calma, duró muy poco, exactamente lo que tardó en llegar “El Curandero” para volver a hacer bailar a todo el mundo.
Momentos especiales fueron como durante toda la gira los momentos para “Alosque”, canción que sin duda alguna es de las que marcan momentos únicos en los conciertos, y seguidamente una de las canciones himno del grupo, esa “Miranda”. A grito de camarero pedimos una de “Lacón con grelos”, llegaron “Foxy& Billy” y momento para liberar toda la adrenalina acumulada con “El Revulsiu”. Tras ésto llegamos a otro momento único con toda la Riviera entonando ese “Y se fue” que tanto nos gusta ya a todos los amantes de éste pedazo de grupo.
Los pasamos en grande también con esos juegos que Adrià nos tenía preparados para que todo el público participase. A partir de ahí ya todo llegó como regalos en forma de canciones, la fiesta seguía, la intensidad seguía aumentando, y ya solo quedaba disfrutar de las últimas canciones de ésta gira que nunca olvidaremos. Así pasaron por el escenario canciones como “Olivia”, “No son d’aquí”, Maribel “La Canija” y Adrià interpretando ese “Que bonito es el amor” y los “Sueños de Sirena” del primer disco de La Pegatina.
Adrià reclamaba una cultura justa, y hacía su llamamiento a todo el público para cantar “Una mirada”. Y así se llegaba casi al final, solo quedaba sitio para dar el último aliento con una de las canciones probablemente más fiesteras del concierto, la gente dio su doscientos por cien en ese “Lloverá y yo veré”. Llegó turno para las presentaciones de éste gran efecto llamado La Gran Pegatina, del que había que desgraciadamente despedirse. La despedida vino acompañada de esa canción de Bongo Botrako que todos conocemos, “Todos los días sale el sol”. Así se ponía fin al concierto… pero aún faltaba alguien, y todo el público, se encargó de recordárselo al grupo al grito de No estamos todos, falta Mari Carmen. Y efectivamente, llegó “Mari Carmen”, la canción de las canciones, la más conocida, la que todo el mundo siempre espera. De nuevo el grito de guerra del principio de “Gat Rumberu” con los cañones soltando serpentinas, la bandera amarilla de La Gran Pegatina al aire, y todo el mundo gritando, y así finaliza posiblemente una de las mejores giras de éste 2016.
Es difícil asimilar que realmente ésto se acabe, estos mágicos cinco meses lleguen a su fin, dos conciertos en la Riviera, que jamás se podrán olvidar, una gira que empezó en Viñarock, y ha llegado a su fin. No sabemos si éste efecto llamado La Gran Pegatina algún día volverá, o si seguiremos disfrutando de La Pegatina en solitario, solo sabemos que lo que ésto que han construido los chicos de La Pegatina Adrià, Rubén, Axel, Romain, Ferran, Ovidi y Sergi, junto a “La Canija” (voz), Pipo Ti (voz), Tuli (saxo), Roberto Lorenzo (trombón), Victor Guadiana (violín), Miki Florensa (guitarra eléctrica) y Thibault Chenard (videojockey), ha sido de lo mejor que la música ha dado en mucho tiempo, y que será difícil olvidar.