‘All Aboard!’ en el Altice Arena lisboeta. El Festival de Eurovisión 2018 dio anoche el pistoletazo de salida con su primera semifinal. De los diecinueve candidatos que presentaban su temas sólo diez –Israel, Chipre, Austria, Estonia, Lituania, República Checa, Bulgaria, Albania, Finlandia e Irlanda– podrán optar el sábado, en la gran final, al micrófono de cristal, junto a los otros diez elegidos en la semifinal del jueves. Como cada año, el ‘Big Five’ -Reino Unido, Italia, España, Alemania y el anfitrión, Portugal- tiene asegurado su puesto en la final por tratarse de los países con mayor contribución económica a la Unión Europea de Radiodifusión -EBU UER-.
Pocas dudas despertaban Israel y Chipre, las dos grandes favoritas de este año, en cuanto a su pase a la final. La representante israelí, Netta, levantó el Altice Arena con su enérgica y reivindicativa Toy, mientras que Chipre lo encendió con Fuego, interpretada por Eleni Foureira.
Otros países finalistas, al menos según las casas de apuestas, pisan los talones de los mencionados: Finlandia -la explosiva Saara Alto con Monsters-, República Checa -el carismático Mikolas Josef, con Lie to me, Bulgaria -el grupo Equinox, con Bones– o Estonia -la apuesta por el canto lírico, con La Forza, de Elena Nechayeva-. Con pocas posibilidades de pasar de fase, Austria, Albania e Irlanda sorprendieron al público y participarán en la final.
Según los medios especializados, esta ha sido una de las semifinales complicadas de los últimos años por el nivel de los participantes. Algunas propuestas que gustaron a los ‘eurofans’ desde el principio, como la de Bélgica –A matter of time de Sennek- o Suiza –Stones de Zibbz-, no estarán presentes en la final del sábado.