La banda noruega está de vuelta, y su retorno se llama ‘Hus’. Kakkmaddafakka, que comenzó como un juego de palabras mientras los hermanos Vindenes jugaban a un videojuego, nos muestra su lado más vivo y bailable. A simple vista, el largo nombre de la banda puede dar alguna idea equivocada sobre lo que se escuchará un micromomento después de darle al play. ‘All I want to hear’ nos muestra la realidad de mirarse a los ojos, dejarse llevar por los sentidos y que las palabras enmudezcan.
Axel y Pål Vindenes junto a Stian Sævig (bajo); Kristoffer Van Der Pas, como dueño de las baquetas; Lars Helmik Raaheim-Olsen, con sus ritmos y Sebastian Emin acompañando con el piano acaban de terminar su gira por España, donde han quedado fascinados por su público. Era lo lógico, después de escuchar en directo las melodías cargadas de buen rollo, que servirían perfectamente de banda sonora para el vídeo que harían unos amigos recopilando los buenos momentos de un viaje, o simplemente para disfrutar de un momento de desconexión.
Los ritmos de ‘Blue eyes’ confirman que el movimientos de pies es inevitable y donde nos explican que los ojos claros tienen cierto imán inexplicable. ‘Don Juan’ abre el tramo de temas un poco más relajados, con más sonido de guitarra y quizá algo más técnicos. ‘Games’ se abre al recuerdo, triste y a la vez con algo de esperanza, donde la banda noruega da con la clave exacta para que la melodía y sobre todo los coros se queden flotando en el aire, bailando en los oídos, disfrutando el momento muy poco a poco.
Si los ritmos de baile se agolpaban en el comienzo de los temas, el cierre es un contraste total, un cambio progresivo a medida que las canciones avanzan, a modo de descanso, haciendo que las emociones fluyan y abriendo la capacidad para tener momentos de pensar. La lluvia se puede escuchar en ‘Summer Melancholy’, donde un océano azul oscuro es el único que escucha las preguntas que el vocalista lanza, atrapado en la melancolía.
Parece que ha sido todo un acierto que ellos mismos se produjeran y editaran el álbum, donde se derrocha libertad para crear. Kakkmaddafakka no se ponen ningún límite a nada. El acierto de que sus padres les enseñaran a tocar diferentes instrumentos, han hecho posible una mezcla de estilos muy diferentes, desde el pop al funk, acariciando el disco, el jazz o el reggae. Una fusión que se resume en los diez temas de ‘Hus’.
Como fan incondicional y después de varios conciertos puedo decir que en el artículo describe perfectamente la sensación del grupo después de cada concierto, cada disco, cada canción… Me ha encantando!!