Eran poco más de las seis de la tarde, aún quedaban un par de horas para entrar, y yo ya estaba esperando de los primeros para iniciar la más dulce de las guerras, la “Tercera Guerra Mundial” de Full.
Hay noches que sin duda alguna marcan el porvenir de un grupo, y en el ambiente se notaba que esa era la noche de Full. Hay grupos tocados por una varita mágica que hace que en muy poco tiempo se sitúen en la primera línea del panorama musical alternativo. Otros, tienen que currárselo mucho más, básicamente porque nadie se lo va a poner fácil, nadie les va a regalar nada, y nadie va a poner su nombre en todos los titulares.
En este ámbito de trabajo, esfuerzo, sacrificio e ilusión, encontramos a un grupos de amigos que llevan muchos años peleando por hacerse un hueco en la escena musical. Ellos son Javi, Bubby, Jesús, Jaime y Manu, y componen Full.
Para encontrarles en los carteles de los festivales, normalmente tenemos que mirar la letra pequeña del cartel, y difícilmente les veremos aparecer en los principales medios ni en televisión, eso es para otros. Pero lo cierto es que de pequeños no tienen nada, y el sábado fueron grandes, muy grandes.
Eran aproximadamente las nueve y cuarto de la noche cuando aparecieron en escena los chicos de Full dando comienzo con “Desconectados” a la noche más importante de la carrera del grupo. La noche iba a dar para muchas cosas, una de ellas el éxtasis formado cuando empezó a sonar “Distintos”, una de las canciones más importantes de la banda.
Las canciones de su primer álbum “Mi primer atraco” y de “Tercera Guerra Mundial” iban entrelazándose alternando momentos para de cantar y bailar con canciones como “Jaula de atracciones” y momentos para la nostalgia con otras como “Otra Vez” o “Desastre”.
Iba a ser una noche especial y para ello habría invitados a la altura de la noche que se esperaba, y el primero en aparecer fue Miguel Rivera, vocalista de Maga, para entonar “Burbuja de Champagne” junto a Full, seguido de la preciosa canción de Maga, “Diecinueve”.
El siguiente momento y probablemente uno de los mejores de la noche fue cuando Sean Frutos de Second hacía aparición en el escenario ante los gritos de jolgorio de los asistentes para cantar junto a Full una de las canciones más coreadas todo el verano en los festivales, y para aquí un servidor, su favorita, “Adiós”.
La intensidad del concierto aumentaba con cada canción, y en los rostros de todos los presentes se veía una clara expresión de felicidad, emoción y orgullo, porque allí estaban todos los que siempre creyeron en que esa noche llegaría.
La noche dejó muchos momentos bonitos, como fue también “Mejor Opción”, para mi una de las mejores que esconde el grupo bajo el brazo.
Es difícil hablar de este concierto sin mencionar todas las canciones, porque todas tuvieron algo, todas fueron especiales, pero me tiraría un mes hablando del concierto.
Fue con el último gran himno de la música alternativa cuando llegó posiblemente el mejor momento de la noche, con violines acompañando a la banda, sonó ese “Tercera Guerra Mundial”, y solo puedo decir, que bonita sería la vida si la única guerra que viviésemos fuese esta canción.
Si en ese instante hubiese acabado el concierto, creo que todo el mundo se habría ido más que satisfecho por lo vivido, pero lo que quedaba aún, y es que ésto era un no parar.
Era hora de ver llorar a casi la mitad del aforo. Yo me situaba en la primera fila, y mirase a donde mirase, veía a gente emocionada a lagrimones, con la canción “Inmortales”, sin duda, una de esas canciones que ablandaría el corazón de cualquiera. Y por si fuera poco, la canción se acabó fusionando con el pequeño homenaje al grupo Supersubmarina con la canción que da nombre al grupo, ahí, incluso a mí me saltaron ya las lágrimas.
Con todos allí emocionados había que darle la vuelta a la tortilla y volver a ponernos a saltar, y así pasaron “Atraco” y “Misión y Funeral”.
Pero como todo en esta vida amigos, todo tiene su final, y aunque nadie quería que esa guerra acabara, tenía que acabar, eso sí, por todo lo alto, con el grito de guerra de este grupazo, “Quienes Somos Realmente”. Y así llegó a su fin la gira de la Tercera Guerra Mundial de Full.
Con ellos cometimos nuestro primer atraco, con ellos saltamos valientes de la mano el precipicio, con ellos dijimos adiós a los problemas y nos sentimos más vivos que descalzos.
Como he dicho antes, los grandes medios no se harán eco de lo que sucedió el sábado en la Joy, pero lo que allí estuvimos presentes, lo recordaremos toda la vida.
El tiempo, y el trabajo, pone a cada uno en su lugar. Gracias por regalarnos la mejor de las guerras, Full.