Agoney: “Quiero que nos represente en Eurovisión una voz como la de Ruth Lorenzo”

Agoney acaba de estrenar su segundo single, 'Black' - coincidiendo con la fecha en la que hace un año estrenaba 'Quizás' - y ha vuelto a generar revolución.

Agoney vuelve y lo hace rompiendo esquemas. El tinerfeño lanzó el pasado viernes ‘Black’, el que es su segundo single tras ‘Quizás’, que cumplió ese mismo día un año. Poco o nada tienen que ver. El ‘funky’ ha dado paso a la oscuridad, al sonido más intenso y a las letras potentes sobre lo que ha vivido en el último año: “Al antiguo Agoney lo mataron los insultos por llevar maquillaje o su forma de moverse en el escenario, pero, si te fijas, no está muerto del todo. Sigue cantando, con los ojos cerrados”, confiesa el cantante para El Rescate Musical.

Sus próximos proyectos pasan por seguir componiendo canciones y moverse por los escenarios con ellas. Además, aunque en su momento fuese uno de sus sueños, por ahora, no considera ser el artista más adecuado para ir a Eurovisión el próximo año. Agoney apuesta por volver a probar suerte con nuestra representante de 2014 en el festival: Ruth Lorenzo.

¿Qué tal el recibimiento de ‘Black’?

Se han cumplido las expectativas, aunque, en realidad, iba un poco sin ellas. Para mí el triunfo de este single, era terminarlo. Era tan compleja la idea que tenía: desde la producción hasta el vídeo. Conseguimos hacerlo realidad.

En un directo de Instagram aseguraste que grabaste que las voces de esta canción de forma casera, incluso desafinadas

Todas las voces están grabadas en mi casa, coros y voz principal. Lo grabé a las 4 de la mañana, con un micro que me compré cuando tenía 14 años y que es bastante malo, aunque le tenga cariño. Era una canción que ya había grabado anteriormente, pero no me gustaba. Y sí, si lo oyes ‘a capella’, los coros están desafinados y la voz principal también.

¿El videoclip también surgió a las 4 de la mañana?

No, eso salió antes. Iba componiendo la canción al piano y, a la vez, pensando en ese funeral.

La letra está llena de frases potentes sobre las redes sociales también. ¿Ha bajado ya la intensidad del ‘fenómeno OT’?

Pues… creo que no. Han pasado ya dos años y sigo con la misma ilusión de siempre. A mí me da igual cantar para 20 personas que para 15.000. Te lo juro, es siempre bonito. Mientras la gente esté ahí y quiera escucharme, como si viene una persona sólo. De hecho, hay gente que viene a casa y me dice: “Oye, cántame tal tema…”, y yo lo canto como si fuese en un estadio.

¿Cómo se viven ahora los comentarios de los ‘haters’ en redes?

Doy gracias a que me ha tocado a mí, que soy una persona a la que no le afectan del todo. Podría pasar algo grave si fuese otra persona. Los profesionales de la música somos, aunque llevemos muchos años, personas que han salido de casa, se han presentado a un concurso y ya está. Lo llevo bien, con mucha filosofía.

¿Sueles buscar tu nombre en Twitter?

Ya no. Es lo más sano. Cuando saqué ‘Black’ no podía ni mirar el móvil. La gente me llamaba pidiéndome que colgase a algún ‘story’. De hecho, hice una historia contando todo lo que había conseguido ‘Black’ -reproducciones, ventas…- y realmente estaba leyendo un correo. No quería entrar directamente a buscarlo.

‘Cuando saqué ‘Black’ no podía ni mirar el móvil’

¿Hay idea de disco?

Hay idea de sacar mucha música. Ahora que ya me he arriesgado como compositor, quiero sacarlo todo ya.

‘Quizás’ y ‘Black’ son muy diferentes. ¿Qué línea seguiría ese disco?

No tengo ni idea, porque cada canción que compongo es un mundo diferente. Ayer me paraba a escuchar todas las canciones que había compuesto y cada sonido es distinto. Lo único es que, al producir yo cada instrumento, mantienen cierta forma. La verdad es que está siendo un proceso súper divertido, más allá de la finalidad.

¿Habrá gira?

Se está hablando, pero no habrá gira con el single, sino cuando salga más material.

Parece que este año Eurovisión no dependerá de OT. ¿Te gustaría ir?

No. Igual que hubo un momento en el que me apetecía ir mucho, ahora creo que no soy la persona indicada.

‘Creo que no soy la persona indicada para ir a Eurovisión’

¿A quién enviarías, entonces?

A Ruth Lorenzo.

Hay una campaña enorme entre los eurofans para que vaya ella…

Pues yo me uno… ¡Ruth Lorenzo Eurovisión! Además, es que es porque quiere. Quien va ahí tiene que ser porque quiere. Yo quiero que nos represente en Eurovisión alguien con una voz tan grande como la de Ruth.

¿Has seguido OT 2018?

Poquito. Más por redes. A ellos sí los conozco.

¿Alguna colaboración pendiente con ellos?

Yo es que no soy muy de colaboraciones, no sé por qué. Nunca me lo había planteado, pero es que los admiro a todos. Sólo por tener el valor de entrar en esa Academia, tienen mi respeto.

Agoney durante la entrevista. Fotografía: Andrea Seco.

‘Los concursantes de OT 2018, sólo por entrar en esa Academia, ya tienen mi respeto’

¿Es pronto para poner en marcha una nueva edición del programa?

Si las personas que tienen el formato creen que es adecuado ahora, pues algo habrá. Ellos saben cuándo es el momento.

Te implicas mucho en la causa LGTBI. ¿Te consideras un icono?

No. Acabo de empezar. Para ser un icono, creo que tengo que hacer muchas cosas y, sobre todo, tiene que pasar tiempo. Yo simplemente hago lo que me parece justo y, si alguien se siente representado, mejor.

¿Qué has aprendido de la industria musical en estos dos años?

He aprendido que ni el tonto es tan tonto, ni el listo tan listo. Me explico: yo me sentía muy tonto a la hora de componer, llegué a prender fuego a una libreta con mis canciones. Me daba vergüenza verme reflejado. Ahora no.

‘De la industria musical he aprendido que ni el tonto es tan tonto, ni el listo tan listo’

¿Puede ser ‘Black’ una ruptura con ese pasado?

La gente puede malinterpretarlo y pensar que quiero romper con el anterior Agoney y no es eso. A ese Agoney se encargó la sociedad de matarlo, con cada insulto por actuar de forma diferente sobre el escenario o simplemente llevar maquillaje. Cada vez que salía al escenario me enterraban un poco y, al final, conseguí convertirlo en algo bonito. Si te fijas, no está muerto del todo. Sigue cantando. Con los ojos cerrados, pero sigue cantando.

¿Qué es para Agoney la música?

Siempre ha estado en mi vida, desde pequeño, que me ponían Whitney Houston. Mi madre tocaba el piano; mi padre, la guitarra. Yo empecé a tocar la trompeta con 6 años, luego empecé a cantar con 14. Tengo dos ‘yo’: el Agoney que quiere estar todo el día tirando en a playa y el que está deseando llegar a casa para meterse a hacer música. Esa es mi dualidad. Fuera de esto, no soy nadie [ríe].

Si hay algo que me guste más que hacer música es poder contársela al mundo. Periodista apasionada de la música rock e indie. También soy otra fan de John Boy.

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