Como ocurría en año pasado con Netta, las apuestas tampoco fallaron en 2019. Duncan Laurence, representante de los Países Bajos, se hizo con el micrófono de cristal que lo acredita como ganador de Eurovisión 2019. ‘Arcade’, una balada intimista, sin grandes efectos de escenografía, dedicada a la pérdida de un ser querido, fue la culpable del triunfo neerlandés en una noche en la que Madonna pisó el escenario en Tel Aviv.
Por un momento, todos pudimos pensar que el gran favorito podría ver truncado su sueño a causa de la disparidad del voto del jurado. La propuesta urbana de Italia -‘Soldi’, de Mahmood– o la canción ‘soul’ de Suecia -‘Too late for love’ de John Lundvik– pelearon por la victoria, aunque el televoto desdibujara el puesto de la segunda en la clasificación final. Suiza, Rusia y, contra todo pronóstico, Macedonia del Norte -lideró la clasificación en algunos momentos- también recibieron los 12 puntos de muchos países.
Sorprendieron los puestos de mitad de la tabla de Australia -Kate Miller-Heizke, ‘Zero gravity’- y de República Checa -Lake Malawi, ‘Friend of a friend’-, especialmente en el primer caso, pues la canción operística, debido a su puesta en escena, llegó a ser la segunda de las apuestas antes de que comenzara la final.
“La venda” ‘cayó’ en el puesto 22
Este tampoco es el año de España. A pesar de que Miki hizo el mejor pase de ‘La venda’, el catalán y su equipo sólo recibieron puntos del jurado de Bielorrusia -6 puntos- y de Rusia -1 punto-. El televoto tampoco jugó a nuestro favor. Desde fuera de España, el país que más votó nuestra candidatura fueron nuestros vecinos Portugal -12 puntos- y Francia -7 puntos-. Le siguen Bélgica, Israel y Suiza.