Amarillo. Un color. Simple. Potente. Bonito. Luz. Mentalidad positiva. A veces las cosas más sencillas son las que más emocionan. Este planteamiento representa desde el segundo uno al primer álbum de estudio de David Rees. Amarillo ha visto a la luz esta calurosa madrugada y no nos ha podido reconfortar más. Está compuesto de 9 canciones con letras sencillas y pegadizas que exploran diferentes géneros musicales.
Si hay por una cosa que se puede definir este disco es por las dulces metáforas y las bonitas imágenes mentales que se van creando a medida que avanzan las canciones. en todo momento te puedes sentir representado con cualquier estrofa. Y no puede haber otro tema que de comienzo a este proyecto que “Querido yo”, una oda a los sueños y a confiar en ti mismo. No necesitamos más que el ukelele en los brazos y algunos ritmos electrónicos para enamorarnos de temas como “Aladdin” o “Abejas”. Tampoco podía faltar el éxito que ha cruzado el charco y que atesora más de 134 millones de reproducciones la fábula de Disney “De ellos aprendí”
David Rees se ve representado por el amarillo, por un concepto tan puro y sencillo como un color. Como él muchas veces ha confesado: “Soy una persona que le gusta relacionarse con cosas muy sencillas para llegar más fácil a la gente y me parece que no hay nada más sencillo que un color”.
Hace apenas unas semanas tuvimos la oportunidad de poder charlar de una manera más directa con David y solo con apenas unas frases ya podíamos darnos cuenta que era persona muy especial. Porque no tenía miedo a mostrarse tal y como es, que ha superado muchas etapas difíciles en su vida, ha dejado atrás la impacto emocional de los haters y ha cumplido poco a poco sus sueños de niño.
Tal y como lo define Albert Espinosa:“Amarillo: Persona especial en nuestra vida que no necesita tiempo ni mantenimiento, a la que acariciamos y abrazamos. Marca nuestra vida y hay 23 a lo largo de ella. Las conversaciones con ellos hacen que mejoremos como personas y descubramos nuestras carencias. Son el nuevo eslabón de la amistad”. Y hay una cosa que tenemos que tener clara: las personas amarillas se encuentran, no se buscan. Nos hemos encontrado con David Rees y su mundo personal en Amarillo. Qué bonita casualidad.