La fiesta de Nocturama sigue, y el jueves volvíamos a tener un cartel envidiable: Carmen Boza + El Meister. Ambos presentándonos sus nuevos trabajos en un entorno más que envidiable.
El primer turno fue para Carmen Boza, que nos traía su flamante La Caja Negra bajo el brazo, en un formato trío compuesto por batería, bajo y ella a la guitarra. Los fans de Carmen llegaron con buen tiempo de antelación para agolparse en las primeras filas y poder disfrutar de cerca del espectáculo y ella les agradeció tanto cariño, recordando que muchos de ellos llevan muchos años siguiéndola.
Aunque su setlist se basó sobre todo en el nuevo disco, pudimos saborear parte de La Mansión de los Espejos con un inicio redondo mediante Fieras, para pasar a uno de los singles de La Caja Negra, La vida moderna. La gaditana destacó el lujo que es poder tocar con banda y el haber vuelto a visitar Sevilla dentro del ciclo Nocturama. También pudimos oír en directo, Mantra, Esparto, o Astillas, pero una de las más jaleadas fue Octubre. Para despedirse eligió Poetas, acabando una noche preciosa tan agradecida como emocionada.
Pasadas las 23:30 llegaba el turno de El Meister, que se presentó solo en el escenario con un par de guitarras, un bombo con panderetas, theremin y un sintetizador con las bases de sus temas, entre los que se encontraban los pertenecientes a su nuevo EP, Fantasmagoría. Lo cierto es que el sólo es más que suficiente para ofrecer un espectáculo increíble. Interacción con el público, cercanía y sobre todo simpatía, hizo que nos rindiésemos a sus encantos desde el primer momento.
La intro para su llegada al escenario fue su tema Chupacabras, que le sirvió para ponerse su guitara y así arrancar con País del Alce, también de su anterior trabajo, Bestiario. Carrusel y Antes sí, ahora ya no fueron los primeros temas de Fantasmagoría que nos presentó Javier Vielba, entre otros, como El romance del burro listo, de la que hizo apología refiriéndose a ella como un nuevo estilo: la jota punk. También nos sorprendió con una versión de Autosuficiencia, del grupo de los 80, Parálisis Permanente, la cual nos contó que conoció gracias a cintas de su hermana. Para la despedida, animó al baile a los asistentes con la fiesta que es Autómata. “Hagamos que los vecinos llamen a la policía y nos echen de aquí” fueron sus últimas palabras antes de mezclarse con el público para cantar y bailar. Un final apoteósico y “remeisterizado” a su altura.
